El texto de S. Juan 14,1-12 del V Domingo de Pascua, pertenece a los "discursos de despedida", lleva consigo una fuerte carga de afecto y sentimiento. Es el momento de las últimas voluntades, de obligado cumplimiento para quien la recibe.
Quisiera fijarme en las alentadoras palabras de Jesús a aquellos discípulos abatidos por la anunciada despedida y el desenlace en la Cruz. En estos momentos de tensión, incertidumbre, miedo, dudas... por lo que estamos atravesando, podemos vernos reflejados en esas palabras: "No perdáis la calma, creer en Dios y creed también en mí". Renovar día a día la confianza en Dios y los demás y constancia en la lucha, a propósito de esto, las siguientes palabras de B. Bretch: " Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay hombres que luchan un año y son mejores. Hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos. Hay los que luchan toda una vida: ésos son los imprescindibles ".
Siguiendo el Evangelio de hoy, termino con tres términos que definen la identidad de Jesús: Camino, Verdad y Vida.
Hay varias formas de CAMINAR por la vida, Jesús nos invita a seguir la suya, porque libera.
Hay muchas maneras de creer: en doctrinas, normas... "personas", Jesús nos invita a creer en la VERDAD de su Persona.
Y distintas formas de programar el sentido de la VIDA, Jesús nos ofrece la suya.
Sólo queda por recordar que el próximo lunes, pasado mañana, se abre la Iglesia al culto. Recomiendo mucha prudencia, tenemos que ir poco a poco, por eso debemos tomar todas las precauciones: guantes, mascarillas, distancia reglamentaria... el aforo (1/3) sobre 60 personas. Se invita a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo que valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios. Están dispensados del precepto dominical.
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