En Sábado Santo, un gran silencio envuelve la Tierra; un gran silencio porque: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto" (Jn12, 20).
Este silencio se rompe a la noche en todas las comunidades cristianas con la solemne Vigilia Pascual, llegamos al final del camino cuaresmal, y se anuncia que la VIDA triunfó sobre la muerte:
"! Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que CRISTO resucitó de entre los muertos ". "!Qué noche tan dichosa en que se une el cielo con la tierra, lo humano y lo divino! " (del Pregón Pascual)
Sentimos cierta nostalgia por no poder compartir de forma presencial esta celebración llena de luz, flores, color blanco, canto del Aleluya...alegría y esperanza.
En esta celebración se revive, a través de las lecturas bíblicas, la historia de la Salvación, se enciende el Cirio Pascual (signo de la Resurrección de Cristo), la renovación de las promesas bautismales (el Bautismo nos hace herederos de la Vida Eterna).
¡Qué se haga efectiva en nuestras vidas, esta alegría y Esperanza!
¡¡¡ Felices Pascuas !!!
