El Evangelio de San Lucas de este III Domingo de Pascua es un nuevo encuentro de Jesús Resucitado con dos discípulos de Emaús.
Caminaban cansados, decepcionados, pesaba el aparente fracaso de la Cruz. Se apagaba la esperanza, pero todo cambió cuando Jesús camina con ellos, les acompaña, les escucha, les habla. Ellos hacen revisión de vida a la luz de la Escritura, valoran su situación y se dan cuenta que la solución no es la huida sino volver a la comunidad de Jerusalén que habían abandonado, la fe se vive mejor en Comunidad.
También nosotros podemos pasar en estos días por esa experiencia de cansancio, decepción, ausencia de esperanza. .. se nos recuerda la necesidad del encuentro con la comunidad y del encuentro con Él en la Eucaristía, que de forma presencial momentáneamente estamos privados.
No dejemos de aventar las brasas de la esperanza, proyectos, ilusión... aparentemente apagadas.
" No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras? "(S.Lucas 24,32)