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El Sacramento de la Reconciliación (Confesarse)

Como sabemos es obligación para todo cristiano comulgar en el tiempo de Pascua. Para ello es necesario estar en gracia. Y para estar en gracia la mayoría necesitamos reconciliarnos con Nuestro Señor a través del Sacramento de la Confesión.


Para hacer una buena Confesión hacen falta cumplir las siguientes cinco cosas :

1- Examen de conciencia. 2- Dolor de los pecados. 3- Propósito de enmienda. 4- Decir los pecados al confesor. 5- Cumplir la penitencia.


Y para lograr estas cosas, vamos a ir compartiendo aquí una ayuda para todos.


Para realizar un EXAMEN DE CONCIENCIA todos sabemos qué cosas hacemos mal, pero igual hay cosas que nos están haciendo daño por dentro y en las que no hemos pensado mucho. Es difícil arreglar algo si no sabes dónde está la avería. Os voy a poner enlaces a varias guías para

que os sirvan de apoyo:



Antes de hacer el examen ponte en la presencia de Dios, pídele ayuda para poder hacerlo bien y con humildad. Hazlo a solas, con tiempo. Si quieres puedes ir anotando tus conclusiones para llevarlo a la confesión, para que no se te olvide lo que has visto durante el examen.

Espíritu Santo, fuente de toda luz, ven en mi auxilio y permíteme hacer una buena confesión. Trae a mi mente todo lo malo que he hecho y lo bueno que he dejado de hacer. Concédeme una verdadera pena por mis pecados y la gracia de una sincera confesión. María, Madre mía, ayúdame.

Al examen de conciencia le siguen el dolor de los pecados y el propósito de enmienda. Tras haber visto como he dañado mi relación con Dios, eso me entristece porque Él me ama y cuida de mí con infinito amor. Esa pena me lleva a proponerme no volver a pecar.


Lo mejor es decirle con tus propias palabras lo mucho que te apena haberle ofendido. Pero si necesitas alguna inspiración, aquí te dejo un par de ideas para que te sirva de inspiración:



Ahora toca acercarse al confesionario y decirle los pecados al confesor. Recordamos que Jesús, cuando instituyó este Sacramento, quiso que recibiéramos su perdón de manos del sacerdote.


"A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados" (Jn 20, 23). La prueba de que de verdad de la buena has sido perdonado por Dios son las palabras del sacerdote "yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".


Que no os dé vergüenza. El sacerdote te acogerá, te escuchará, te aconsejará. No te olvides de ningún pecado grave (saca tu chuleta, si te la hiciste durante el examen). Te pongo una ayuda para que sepas cómo arrancar:



Después de decir los pecados al sacerdote puede que te quedes aliviado, pero todavía falta algo: la penitencia. Es una pequeña oración o tarea que te dirá el sacerdote para reparar por tus pecados. Pueden ser algunas oraciones o acciones relacionadas con los demás. Es una pequeña manera de reparar el daño que hemos causado. Si no nos damos cuenta de cuál es la penitencia que nos ha indicado el sacerdote podemos preguntarle al final de la confesión sin ningún problema y nos lo volverá a decir. Si nos dice que recemos una oración y no la conocemos podemos decírselo y quizá la rece con nosotros o nos diga otra oración en lugar de la primera.


¡Y ya está! Recuerda. EL SEÑOR TE ESPERA. No se cansa de esperarte. Porque te quiere. Te quiere más que nadie. ¡Te quiere más de lo que te quieres tú mismo! Ponte en sus manos, confía, acércate a este Sacramento.



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